Lo que aquí se sugiere no es determinante para indicar con certeza el ahorro de agua o la ganancia de superficie que se puede lograr con la aplicación de ésta técnica de riego, pero les puede mostrar, de forma sencilla, la diferencia entre el riego tradicional y el riego por pulsos.
Elija dos surcos parecidos y en uno vuelque una cantidad representativa de agua (un tambor de 200 lts, por ejemplo) y mida la distancia que logró regando de manera tradicional. Para una evaluación rápida diremos que esa distancia fue de 40 mts, (extrapole este número a su resultado).
En el surco comparativo estableceremos 4 marcas cada 10 mts a lo largo del surco, o sea dividiremos la distancia lograda en el surco original en 4, (divida su número en 4).
Comience a volcar agua de la misma manera que lo hizo en el primer surco y deje correr el agua hasta los primeros 10 mts, ahí corte el suministro y deje al agua infiltrar.
Repita esa operatoria de suministrar agua y cortar a los 20 mts, dejar infiltrar, cortar a los 30 mts y una vez alcanzados los 40 mts observe cuánta agua sigue sin volcar al surco o cuántos metros más hizo con el sobrante de agua, esa diferencia le dará un rápido panorama del resultado a obtener en su lote.
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